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Uno de los seres humanos más brillantes de la historia de la humanidad fue fusilado un día como hoy, un 9 de octubre de 1967, tras ser emboscado por un grupo de rangers en la selva boliviana.
Tras el triunfo de la Revolución Cubana en 1959 y luego de seis años como funcionario público consolidando sus cimientos, el Che Guevara se embarcó en 1965 en una travesía global para exportar el modelo de revolución social cubano. El último país donde el Che intentó establecer la revolución fue Bolivia, donde su movimiento armado se enfrentó a un entorno selvático hostil. Diversos factores, como la falta de apoyo de la población local, las dificultades logísticas para abastecer a la guerrilla, el terreno selvático y montañoso, así como la financiación y entrenamiento de la CIA a las fuerzas armadas bolivianas, además de la intercepción de comunicaciones, culminaron en la emboscada del Che y su ejecución el 9 de octubre de 1967.
"El socialismo económico sin la moral comunista no me interesa. Luchamos contra la miseria, pero al mismo tiempo luchamos contra la alienación."
Las palabras nunca serán suficientes para describir a Ernesto "Che" Guevara, una figura excepcional que aparece una vez cada siglo. Era el epítome del hombre virtuoso descrito por Aristóteles: un ser complejo y completo, en lo físico, mental, psicológico y espiritual. Culto en múltiples áreas, dominaba conocimientos de medicina, filosofía, sociología, política, literatura y estrategia militar. Para la CIA, Guevara era sorprendentemente intelectual, algo que, según sus despectivas percepciones, no esperaban de un latinoamericano.
Recordar e inspirarse en personajes como Ernesto Guevara es un ejercicio reflexivo necesario; idealistas excepcionales que se rebelaron contra una realidad de subordinación y colonización imperialista. El Che es un personaje comparable a figuras como Jesucristo, que encarnaron un genuino sentido moral de cambio. Su conciencia es envidiable para aquellos que luchan cada día contra los vicios del capitalismo cada vez más despiadado en esta era hiperreal.
"La revolución no se lleva en los labios para vivir de ella, se lleva en el corazón para morir por ella."
En la actualidad, América Latina carece de figuras como el Che. No se encuentran líderes con la virtud, el intelecto, el valor y la determinación suficientes para realizar cambios trascendentales en la región. En su lugar, hay líderes débiles, vendidos al imperialismo (sistema financiero, militar, industiral estadounidense) y al sionismo; personas sin visión, corruptas o cobardes, que no tienen los escrúpulos ni la capacidad para desafiar a los poderes hegemónicos. Aquellos que se inclinan hacia la izquierda son simples demagogos de ilusiones representadas en elefantes blancos estructurales, que solo instrumentalizan la pobreza con fines propagandísticos o izquierdistas travestidos con la aprobación del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Sobran razones para explicar la falta de liderazgo desafiante en América Latina frente a Estados Unidos y los poderes ocultos en Medio oriente. Quien se atreve a desafiar al gran imperio parece condenado a la ruina eterna, como se ha visto en Cuba y Venezuela. No obstante, una nueva esperanza se asoma en el horizonte: los países que conforman el bloque económico de los BRICS, un bloque conformado por países que no son Santo de Devoción, pero que han creado las condiciones para un nuevo orden multipolar, en donde el dominio imperialista de los Estados Unidos, que quien con su dólar a condicionado el mundo a su dependencia política, económica y financiera en las últimas decadas, empieza a perder protagonismo mundial.
Quizá no vivamos para ver la caída los gringos, pero los cambios estructurales que le esperan a un mundo harto de dominio y guerras pueden abrir camino a una nueva generación de líderes soberanistas y revolucionarios en América Latina.
"Hasta la victoria, siempre."
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